Somos cuerpo, mente y emociones, somos un todo. Los problemas o conflictos emocionales también deja huella en nuestro cuerpo.
Podemos afirmar que cualquier molestia física está relacionada con uno o varios problemas o conflictos emocionales. Por ello es importante estar atento a las señales que nos envía nuestro cuerpo.
Algunas de esas señales corporales son muy comunes y seguro que te identificas con alguna:
Tensión en el cuello
Sentir el cuello rígido, con dolor de cervicales, está muy relacionado con algo que nos es familiar a todos: la dificultad para perdonar. El resentimiento, el rencor, la rabia general muchísima tensión muscular en la zona del cuello.
Si te duele el cuello estaría bien que pensases en el rencor del que todavía no te has librado. Quizá haciéndote consciente de eso que sientes y soltando ese rencor, con él también se esfumará el dolor en tu nuca.
Dolor de cabeza
Cientos de miles de personas en el mundo lo sufren, y es lógico que así sea. Está asociado con el estrés que todos en este mundo padecemos.
El dolor de cabeza se debe a la tensión, habitualmente entre 2 ideas que se contraponen: debo o no debo hacer tal o cual cosa, siento la necesidad de descansar frente a la obligación de cumplir un compromiso, tengo que tomar una decisión definitiva. Detrás de un dolor de cabeza hay conflictos emocionales, de ahí que un analgésico no tenga siempre los efectos que esperábamos.
Rigidez y tensión en los hombros
Los hombros son la parte del cuerpo con la que cargamos pesos. Pesos emocionales, también. Dolor en los hombros indica una sobrecarga de responsabilidad, que estás cargando un peso que te cuesta llevar, que acarreas algo no te corresponde o sientes que hay un compromiso que no puedes cumplir.
La tensión en los hombros tiene relación siempre con conflictos emocionales asociados a un exceso de presión.
Dolor en las manos
Las manos nos permiten comunicar, relacionarnos, compartir….son una zona del cuerpo relacionada muy estrechamente con la expresión y el contacto con quienes nos rodean.
¿Sientes dolor en tus manos? Echale un vistazo a tus vínculos con los demás. Quizá te sientes insatisfecho con las relaciones que tienes o no sabes como mejorarlas.
Molestias en la parte alta de la espalda
La parte superior de la espalda, entre los omóplatos, es otra zona en la que se manifiestan muchas tensiones y por tanto problemas emocionales. Dolor en la parte alta de la espalda siempre tiene que ver con un sentimiento de soledad, y nos habla de unas posibles dificultades para relacionarnos con los demás.
Si hablamos de soledad no es solo hacia los demás, sino también relacionada con nosotros mismos. Tiene que ver con una carencia de amor propio. Tu autoestima puede estar dañada y vives cargada de temores.
Dolor en la zona lumbar
Todo lo que está relacionado con la espalda tiene que ver con sobrecarga emocional. En el caso de molestias en la zona de los riñones tiene que ver con preocupación por el dinero.
¿sientes dolor en tus lumbares? Revisa si sientes una gran preocupación de índole económico: problema con gastos, deudas…. Es miedo a no ser capaz de cumplir con nuestra responsabilidad económica.
Dolor de rodillas
Suele estar relacionado con el ego y ocurre cuando estoy demasiado centrado en mi mismo, con un cierto desdén hacia los demás.
Tu cuerpo te está pidiendo que salgas de esa auto-complacencia y seas mas empático y generoso con quienes tienes a tu alrededor.
Nuestro cuerpo es un libro abierto, que nos cuenta una historia formada por lo que nos cuenta cada parte.
El cuerpo nos está enviado mensajes constantemente aunque nos empeñemos en no escucharlo. Nos habla a voces y si no le hacemos caso… nos parará.
La próxima vez que sientas dolores en estas partes de tu cuerpo, te invito a que veas con que conflicto emocional pudiera estar relacionado. Haciéndote consciente de que existe ese conflicto, habrás dado el primer paso para resolverlo.
Y Tú…¿Sueles escuchar a tu cuerpo?
Cuéntanos con que dolores te sientes identificado…
Hola Paloma, muy interesante. Algo había leído sobre esto de relacionar dolores con problemas concretos. Está claro que el cuerpo habla cuando el alma tiene necesidades y debemos escuchar, si no, es difícil que los síntomas desaprezcan. Un saludo!!!
el cuerpo nos susurra, nos habla y, al final, nos chilla y nos para.
Cuando antes le hagamos caso, mejor.
Muchas gracias por tu aportación!
Vaya que curioso! Nunca me habría imaginado que estuviesen relacionados, ahora miraré más el interior!!
Super relacionado. Observa y verás cuanta información nos da nuestro cuerpo
Gracias por tu aportación y te espero en el proximo post
Están super-relacionados.
Si este post te ha hecho caer en la cuenta de algo MUY importante, me sentiré más que feliz.
Muchas gracias!!!
Creo que en algún momento he sentido todos y cada uno de esos dolores físicos que podemos relacionar con las emociones. Tendré que prestar más atención la próxima vez a mis sentimientos para afrontar el dolor.
Si, Elena, observemos nuestro cuerpo y cómo nos sentimos. Ahí está toda la información.
Gracias por tu comentario
Somos cuerpo-mente-emociones… todo está interrelacionado y si los 3 no están bien, no estaremos bien.
Gracias Elena por tu comentario
¡Hola, Paloma!
Estoy contigo en que nuestra tensión emocional, nuestros conflictos internos y el estrés repercuten negativamente en nuestra salud. Había oído hablar de lo que nos expones en el post, que dependiendo de la zona en la que se localiza el dolor estaremos expresando un conflicto emocional u otro. Sin duda tenemos que dejar de correr y escuchar más a nuestro cuerpo. Un abrazo.
Cierto, dejemos de razonar y pasemos a sentir.
Gracias por tu respuesta
El cuerpo nos avisa, muchas veces, hasta que se harta de que no le hagmos caso y entonces nos para en seco…. hagamosle caso de entrada..
Muchas gracias por comentar
Qué curioso! No sabía que estos dolores estaban relacionados con nuestras emociones, siempre pensaba que eran temás musculares 🙂
Bueno, las emociones producen tensión que agarrota los musculos. No estabas tan descaminda, solo faltaba el último eslabón: las emociones
Es importante estar atentos a la conexión entre nuestro cuerpo y nuestras emociones. Como bien dices, los dolores, al igual que las enfermedades son avisos que hay que atender. Afortunadamente, el cuerpo siempre se las arregla para mandarnos mensajes. Sólo hay que afinar el oído y la snsibilidad para poder escucharlos 🙂
Y más vale escucharle, porque no se va a callar y cada vez nos «avisará» mas fuerte.
Mil gracias por tu comentario, que siempre enriquece.
La verdad es que si que no conocía esta teoría y es algo que analizo y podría añadir una, los dolores de garganta que acaban en afonía nos indican que algo nos hemos callado que teníamos que haber dicho.
La verdad es que, CArmen, la lista sería interminable….. pero si, efectivamente, todas las afecciones de garganta tienen que ver con algo que nos «hemos tragado»
Gracias por tu aportación!