.¿Prontomanía?

La falta de paciencia, o casi mejor dicho, la impaciencia  pisa el acelerador a nuestra vida. No la pone muchas veces cuesta arriba y deja a su paso una nube  de frustración con un ligero tufillo a infelicidad , como si de un vehículo que carbura mal se tratase.

Para el autor británico John Ruskin: » la esperanza deja de ser felicidad cuando va acompañada de  impaciencia» por eso cuando nos vemos atrapados por la prisa estamos perdiendo bienestar.

Lo vemos en nuestros jóvenes, cuya resistencia a la frustración  es mínima, buscando el refuerzo inmediato en forma de like y con el afán por satisfacer sus deseos al instante.

Lo quiero todo y… ¡Lo quiero YA!  y lo peor del caso: creo que todo lo que tengo que hacer también se espera para YA.

Exijo a los demás, me meto presión y meto presión a otros.

 

…podríamos llamarlo «prontismo» o «Prontomanía» como ha decidido bautizarlo Amelia Larrañaga en uno de sus últimos artículos para la Revista Cosmopolitan, en el cual he tenido el placer de colaborar.

Te invito a leer este artículo en el que te descubrirémos por qué nos vemos atrapados en esos comportamientos y , sobre todo,  compartimos contigo consejos y estrategias para no perder ni nuestro foco ni nuestro centro.

Puedes leerlo aqui

Aprender a manejar nuestra prontomanía o nuestro prontismo nos permitirá convertirnos en personas más pacientes, más serenas, más centradas y, no menos importante, nos ayuda a ganar en bienestar.

Y tú…

¿Te reconoces en la Prontomanía»? ¿cómo la manejas?

Me encantará leerte en comentarios.