Lo que para unos es una ofensa imperdonable, para otros resulta algo sin mayor importancia. Aunque la ofensa sea la misma, recibirá menos daño quien sienta menos rencor y piense que el hecho no merece tanto la pena preocuparse.
Al salir por la puerta hacia mi libertad supe que, si no dejaba atrás toda la Ira, el Odio y el Resentimiento, seguiría siendo un prisionero
Nelson Mandela
¿Quien no ha sufrido en su vida alguna humillación o quien no se ha sentido alguna vez dolido, engañado, ofendido o tratado injustamente?. ¿Sabías que el rencor se alimenta precisamente de esas experiencias?.
El rencor es , seguramente, una de las emociones más negativas que podemos experimentar; es un sentimiento de amargura, de rabia profunda y honda que desequilibra nuestra mente, que puede llegar a enfermar nuestro cuerpo y que nos impide disfrutar de la vida.
El rencor nunca es una vía para resolver el dolor que nos han producido, ya que el rencor sólo afecta a quien lo siente puesto que a la persona a la que va dirigido ese rencor le será indiferente lo que podamos sentir hacia ella.
Dos hombres cumplieron de forma injusta una larga condena en prisión, compartiendo celda y siendo victimas de maltratos y constantes humillaciones. Años después de haber sido puestos en libertad, se re-encuentran y uno le pregunta al otro:
– ¿Alguna vez te acuerdas de nuestros carceleros?
– No, afortunadamente lo olvidé todo – contestó – ¿Y tú?
– Yo continúo odiándolos con todas mis fuerzas – respondió el otro
Su compañero se le quedó mirando y dijo:
– Lo siento por ti. Si es así, significa que aún te tienen preso.
¿Cuántas veces sentimos que tenemos razón en una discusión y pasamos tiempo (horas, días, semanas, años o incluso en algunos casos toda una vida) enfadados con una persona? Ese enfado nos suele acabar llevando a sentir resentimiento…
¿ Y crees que te ayuda estar ese tiempo enfadado ? Si lo que pretendes es darle una lección, ¿De verdad piensas que él o ella lo pasa peor que tú y que aprende algo? Quizá para el otro no es una situación agradable, pero en realidad el más perjudicado vas a ser tú, porque eres el que está viviendo con esos sentimientos tan duros y que hacen sentir tan mal.
¿Qué es más importante para ti: tener razón o tener tranquilidad?
El malestar que produce el rencor lo seguirás sintiendo hasta que decidas pensar de otra manera, hasta que dejes de darle tanta importancia a algunas cosas, y comiences a priorizar tu bienestar y tu salud frente la necesidad de llevar la razón.
Ante el rencor, lo más sano para nuestra estabilidad emocional es olvidar y seguir con nuestra vida, alejándonos de quienes que nos hicieron daño.
Si apuestas por tu estabilidad emocional, estos sencillos 3 pasos te ayudarán a deshacerte del rencor:
1.- Desahogate
Es importante que puedas expresar aquello que te ha dolido, ya sea hablándolo con alguien de tu confianza, con un terapeuta o simplemente escribiéndolo en un papel.
Cuando verbalizamos lo que sentimos o pensamos, cuando contamos lo que nos preocupa, los pensamientos negativos como por ejemplo la rabia o la decepción, que alimentan el rencor pasan a tener una nueva dimensión ya que contar a alguien cómo te sientes supone que primero organices tus sentimientos y tus argumentos y pongas toda la situación en perspectiva para contarlo. Desahogándote consigues que los niveles de sentimientos negativos bajen.
En la medida de lo posible, expresa tu dolor a la persona que te lo ha causado: cuéntale cómo te sientes, cómo te ha hecho sentir la situación y qué necesitas para llegar a un entendimiento: te sentirás mejor.
2.- No revivas en tu mente aquello que te produjo dolor.
Una vez has exteriorizado tus sentimientos, te has desahogado y has tomado perspectiva, no retomes el dolor; aléjate de él. Deshazte de esos pensamientos negativos que tanto daño te hace y que tan poco útiles y tan poco sanos te resultan.
3.- Acepta lo sucedido.
Has sufrido un daño por parte de alguien., te han traicionado pero tu no puedes decidir cómo actúan los demás. Si esa persona te ha hecho daño, ¿Merece la pena tenerla en tu vida?. Acepta lo que ha ocurrido y , sobre todo, pasa página.
Nos pueden desestabilizar emocionalmente en la medida que nosotros lo permitamos. Lo importante es lo que decidamos sentir ; solo nos pueden hacer daños si se lo permitimos.
“Si vas a vengarte, cava dos tumbas, porque por el rencor y la venganza algo morirá en tu interior.”
Confucio
Como complemento a este post, te dejo este audio del escritor y terapeuta Jorge Bucay, que nos habla de la importancia de soltar lo que ya no nos sirve, por doloroso que resulte, pues al final los resultados son siempre beneficiosos.
Hola Paloma. Si soy sincera yo soy rencorosa o quizás esa no sea la palabra. Cuando alguien me hace daño me duele hasta el fondo de mi alma y me cuesta olvidar ese dolor. Yo perdono pero siempre me ha costado olvidar…Con los años he aprendido pero aún hay mucho trabajo por delante porque he descubierto que ese dolor, es porque hace salir mis miedos e inseguridades y al final se convierte en algo bueno: descubro algo sobre mí que desconocía!
Me ha encantado lo de hablar. Hace años sufrí una experiencia muy negativa en mi vida y ( aunque siempre estará ahí) lo hablé hace poco con una persona, con calma, sin juicios y me sentí liberada por lo mismo que tu dices: lo ordené y lo pude sacar.
Tengo un «lema» que es que «cuando puedes contar algo que te hirió sin soltar una lágrima, es que ya está superado y en ese momento puedes aprender de ello».
Siempre que te leo me haces reflexionar muchísimo. ¡Eres increíble!
pd: me acabo de suscribir a tu lista jeje
Muchisimas gracias Yolanda por tus palabras y tu apoyo. Te lo agradezco de corazón.
Estoy totalmente de acuerdo con tu «lema», y la experiencia (tanto personal como con quienes me regalan su confianza para que les acompañe en su proceso de auto-descubrimiento) me ha demostrado que es cierto: la emoción es la que nos avisa de si algo está sanado o no. Lagrimas o enfado.. o ¡verguenza!(por ejemplo) cuando cuentas algo o recuerdas algo te muestran que la herida está aún abierta.
Me alegra tenerte en mi lista de suscriptores; espero que los materiales que en ella comparto te sean de tanta utilidad como ilusión pongo yo en ellos.
Que interesante Paloma, creo que la capcidada de eliminar o gestionar el rencor, debería enseñarse en el colegio desde pequeños. Nos ahorraríamos malos ratos y ganarios en libertad.
Estoy totalmente de acuerdo, Inmaculada. Nos ahorraríamos malos ratos y…. ¡muchos meses de terapia!. Por eso me siento muy feliz de estar desarrollando, por segundo año consecutivo, varios programas de Inteligencia Emocional en 3 colegios de Madrid, para niños entre 4 y 17 años.
Gracias por tu comentario
Vaya, la verdad es que es muy interesante, pero no es valido para mí, soy demasiado optimista /bienpensada…NO GUARDO RENCOR nunca, me enfado con alguien y a los 2 minutos se me olvida. Para lo mal tengo memoria de pez y me encanta, vivo feliz de la vida. Pero ya lo he compartido con alguien al que le vendrá muy bien.
Besos!!
Enhorabuena!!! Te felicito, Celia, por haber desarrollado esa capacidad. Seguro que tu vida es, como tú dices: FELIZ!
¡Cuánta razón! Y qué útiles consejos. Creo que es difícil distanciarse cuando te hacen daño, aunque es lo mejor para ver las cosas con otro enfoque. Me han encantado las citas escogidas. Gracias por ayudarnos a trabajar nuestras emociones. Un abrazo.
Efectivamente, unas gafas nuevas (un cambio de punto de vista) permiten ver que no todo es ni blanco ni negro.
Gracias Carmen, por tus palabras.
Si el post me parece estupendo, escuchar el audio me resultó una ventana abierta. Gracias Paloma.
Gracias Carmen, a mi el audio me enamoró cuando lo escuché, por eso disfruté mucho preparando este post para todos vosotros.
Te agradezco tus palabras