“Adicción: La incapacidad de elegir otra opción.”

Anónimo

 

La socio-adicción se refiere a diversos trastornos de dependencia no relacionados con sustancias químicas sino con costumbres o actividades que no son nocivas en sí y que incluso son socialmente aceptadas. Precisamente porque ni el entorno ni la persona identifican ese comportamiento como un problema, muchos de estos trastornos son realmente difíciles de detectar.

Se define por la pérdida de control de la propia vida, convirtiendo a la persona en psicológicamente dependiente de una actividad que le provoca placer y le lleva a la compulsión para volver a obtenerlo. Cuando alguien convierte en el eje principal de su vida una determinada conducta, una persona o una determinada actividad, cuando nada más le interesa, cuando pasa todo el tiempo posible dedicado a esa actividad a expensas de las demás facetas importantes de su vida, entonces, sin duda alguna, presenta un problema de adicción

El perfil de estos nuevos adictos no corresponde al del típico marginal, rechazado o sin medios. Por el contrario, suele tratarse más bien de personas con un cierto nivel educativo y profesional que se ven atrapados en una conducta obsesiva de la que no solo no saben cómo salir sino que ni tan siquiera son conscientes de que la padecen.

La socio-adicción surge de la carencia derivada de la vida moderna: una baja autoestima, la obsesión con alcanzar el éxito, carencias afectivas, pérdida de valores o centrarse en perseguir lo material olvidando nuestro lado espiritual. Una vez hemos perdido el contacto con nuestro Yo Interior, solo nos queda llenar ese vacío con la búsqueda del placer.

Existen diversos tipos de socio-adicción:

  • Respecto a las relaciones personales pueden tratarse de dependencia de un grupo (sectas, grupos religiosos, filosóficos, políticos… que fomenten la dependencia) o dependencias interpersonales (codependencia, parejas disfuncionales, adicción a un líder, a videntes, a gurús…).

 

  • Adicción al cibersexo, ciber-relaciones, chats… temas relacionados con Internet, todo ello producto de una falta de vida social.

 

  • Adicción al trabajo.

 

  • Adicción al juego, (ludopatía) que incluiría, además de los juegos de azar clásicos, los videojuegos y los juegos en red.

 

  • Adicción al Sexo: relaciones sexuales compulsivas, adicción a la prostitución, a la pornografía…

 

  • Adicción a las compras

 

  • Diversas variantes de adicción a la comida

 

  • Adicción a las nuevas tecnologías: teléfono móvil, televisión, etc.

 

  • Vigorexia, adicción a la cirugía plástica… relacionadas con la Autoimagen corporal.

 

Independientemente del tipo de adicción se producen una serie de consecuencias negativas que afectan a las diferentes facetas de la vida de quienes las padecen. Pueden surgir alteraciones fisiológicas, (dificultad para descansar, estrés, ansiedad, deterioro del estado general, alteraciones de la alimentación, del sueño o inmunitarias), cognitivas (pensamientos distorsionados, ideas obsesivas, deficiente razonamiento) e incluso alteraciones psíquicas en la forma de cambios bruscos de conducta y humor, irritabilidad, empobrecimiento afectivo, brotes psicóticos, confusión mental, alteraciones en la percepción de la realidad, sentimiento de culpa, ideas suicidas, etc.…

Sin duda el entorno social también se ve afectado, surgiendo conflictos derivados de la desatención de las responsabilidades familiares, laborales o sociales, aislamiento, alteraciones en la sexualidad, desmotivación, bajo rendimiento en el trabajo, incluso llegándose, en casos extremos, a actuaciones delictivas con sus correspondientes consecuencias legales.

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