Recibimos información del mundo que nos rodea a través de nuestros sentidos, siendo ellos los encargados de permitirnos interaccionar con nuestros semejantes y con nuestro entorno. Pero… ¿Todos percibimos la información del mismo modo?.

El mundo que nos rodea, en realidad, es una interpretación que hacemos del entorno, y esa interpretación la hacemos según nuestra personalidad y según la predominancia de uno de nuestros sentidos sobre los demás.

Cuando te presentan a una persona: ¿Cómo sueles reaccionar?: Las personas en las que predomina el sentido del oído suelen preferir un saludo verbal; quienes responden con una cordial sonrisa o un gesto de cortesía utilizan preferentemente el sentido de la vista para relacionarse, mientras que quienes de forma espontanea dan un beso o un abrazo son más kinestésicos, y para ellos son mas importantes las sensaciones y las emociones.

Todos utilizamos estas 3 formas de comunicarnos, también llamadas Modalidades, y las ponemos en juego dependiendo de la situación, pero siempre una predomina sobre otra. Nuestros hobbies, gustos e intereses, y sin duda la forma en la que aprendemos o adquirimos conocimientos, están relacionados con estas modalidades, y estas, a su vez, influyen en nuestra personalidad.

Las tres modalidades principales son las siguientes:

1. Las personas de tipo Visual utilizan verbos “visuales” para expresarse. Dan importancia a las imágenes mentales y se expresan describiendo situaciones, imágenes, representaciones. En ellos es fácilmente reconocible el uso de frases como “Ya veo lo que quieres decir”, “Mira, verás…” o “¿Ves lo que ha pasado?”; expresiones inconscientes que nos informan de que nos encontramos frente a este tipo de personas.modalidades

Tienen alto nivel de energía, son inquietas y observadoras, captan detalles que a otras personas se les pasan por alto. Suelen tomar notas, recurren a dibujos o esquemas para memorizar o para explicarse y son aquellos que se identifican con la expresión: “Una imagen vale mas que mil palabras” Si se les nombra un color, por ejemplo “azul”, imaginarán alguna realidad azul como puede ser el cielo, o pueden incluso visualizar la palabra deletreada en su mente.

Disfrutan de una conversación, pero prefieren que sean cara a cara en lugar de por teléfono.

Puede que escuchen música mientras conducen, pero son aquellos que, al notar que el trafico se complica o cuando tienen que aparcar o hacer una maniobra, bajan el volumen o incluso quitan la radio, sobre todo si lo que escuchan es al locutor hablando. Este sería el ejemplo más gráfico de las personas que utilizan en mayor grado este sentido.

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 Las personas auditivas se centran más en lo referente a sonidos, en el mundo sonoro en general. Utilizan expresiones como “He oído que …” o “¿Qué tal suena si…?” o “Oye:…”

Una persona auditiva suele expresar sus pensamientos en voz alta, prefiere que otros le expliquen las cosas a leerlas el mismo, estudia leyendo en voz alta o estableciendo asociaciones sonoras; habitualmente presta atención a su voz interior y, a la hora de entablar una conversación se muestra sensible a los tonos, al ritmo y al volumen de la voz de su interlocutor. Son esas personas a las que resulta sencillo seguir las conversaciones de otros aunque estén manteniendo su propia conversación o estén haciendo otra cosa.

En general son personas calmadas, relajadas y con grandes dotes de comunicación; grandes oradores a los que les gusta conversar y que recuerdan con gran detalle cada una de las palabras que han escuchado.

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3. Las personas Kinestesicas utilizan las emociones y sensaciones que en ellos se despiertan para expresar su realidad. Quienes tienen esta modalidad predominante, utilizan expresiones del tipo “Siento que…” o “Me sentí…”. Tienen un gusto especial por todo aquello que tenga que ver con las manualidades, con experimentar con el tacto, el gusto y el olfato. Son personas muy expresivas socialmente, de las que buscan la cercanía, los abrazos, el contacto físico.

Resultan sensibles, espontaneas, extrovertidas y apasionadas. Les resulta sencillo confiar en quien les atiende con sensibilidad, por eso, si se comunica con ellos a través de otra modalidad y no se atiende a sus señales, es fácil despertar en ellos sentimientos y emociones en contra.

Para llegar a una persona kinestésica debemos recurrir a comunicarnos haciendo referencia a sentimientos y emociones, prestando especial atención a las emociones que se esconden tras sus palabras.

Cuando nos hacemos conscientes de las preferencias de nuestro interlocutor, es decir, de si la otra persona percibe el mundo principalmente con la vista o, lo hace con el oído, si para esa persona son importantes los sentimientos que le despierta o por el contrario percibe el mundo con una mezcla de todos ellos, etc, lograremos una mayor comunicación, una mejor sintonía con quien tenemos enfrente.

La próxima vez que intentes entenderte con alguien y consideres que o no conectáis o que sin causa aparente comienza a molestarse contigo o sentirse incomodo o distante, es posible que simplemente se deba a que no te diriges a esa persona en su modalidad correspondiente, es decir, en los términos en los que él entiende el mundo.